Coronavirus

Dos pacientes rosarinos fueron trasplantados en la pandemia
18 mayo, 2020

Dos pacientes rosarinos fueron trasplantados en la pandemia

En medio de la emergencia sanitaria que obliga a redoblar esfuerzos para atender los casos de coronavirus, esta semana se concretó un exitoso operativo de ablación órganos de un donante múltiple de la provincia de Tucumán, cuyo corazón e hígado fueron trasplantados en dos hombres rosarinos con insuficiencias cardíacas y renales. Los pacientes se encuentran en buen estado de salud y evolucionan favorablemente, según los equipos médicos que participaron en las intervenciones quirúrgicas.

Apenas el lunes a la madrugada se conoció la noticia del fallecimiento de un joven donante de 28 años en Tucumán, el Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) repasó la lista de pacientes en espera y comunicó la disponibilidad de los órganos a los médicos del Sanatorio Parque y del Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR), donde se atienden los receptores.

De inmediato se montó un operativo, se coordinó la ablación y el urgente traslado por avión a Rosario. Los equipos de cirugía del Parque y el ICR notificaron a la empresa UTV Aeroemergencias, que dispuso un avión para envío del corazón, cuyo receptor fue un hombre de 65 años, y con pocas horas de diferencia otra aeronave trajo el hígado para un paciente de 64 años.

Si bien se reservan sus datos por razones de seguridad y protocolo, está claro que el procedimiento les dio otra oportunidad. El enfermo con insuficiencia hepática estaba en lista de espera para recibir un hígado desde 2018 por enfermedades crónicas. El hombre de 65 años, enfermo cardíaco, padece diabetes, tuvo infartos previos, le colocaron un bypass, y fue incluido en la lista del Incucai en octubre.

Lo concreto es que para los dos la única esperanza era el trasplante. Y felizmente lo consiguieron, el mismo día y a pocas cuadras uno del otro. Una agradable coincidencia en personas unidas generacionalmente.

En ambos casos, las intervenciones se concretaron con éxito, casi en simultáneo en los dos sanatorios. Todo el operativo, desde la procuración de los órganos en Tucumán hasta los implantes, duró menos menos de un día.

Los médicos del ICR, Luis Héctor Diodato (cirujano) y Juan Pablo Escalante (cardiólogo) junto a un equipo de profesionales tuvieron participación directa en el trasplante de corazón. "Nos informaron a la una de la mañana del martes del donante multiorgánico y rápidamente pusimos en marcha todo el protocolo, porque había dos receptores en la región que estaban en la lista de espera", explicó Diodato.

A las cinco de la mañana Escalante emprendió viaje en un avión sanitario a Tucumán para procurar el órgano. "La ablación se realizó a las 8.30 y luego regresamos a Rosario. Acá estaban preparando al paciente desde ese momento, ya que se debe proceder con celeridad para respetar el tiempo de isquemia", explicó Escalante sobre el tiempo del órgano sin sufrir deterioro.

Tras un operativo sin complicaciones, desde el Aeropuerto de Fisherton un el helicóptero completó el traslado del corazón hasta el helipuerto del Sanatorio Parque, y desde allí se lo llevó por vía terrestre al ICR. Un rato más tarde llegaría el hígado en otra aeronave.

"Son operaciones complejas, que demandan varias horas, pero se concretó de manera exitosa, el paciente está internado y evoluciona favorablemente", remarcaron los profesionales a LaCapital, quienes además destacaron al equipo de profesionales de área de trasplante, conformado también por Claudia Gómez y Juliana Bucciarelli (instrumentadoras), Ismael Puy y Juan Tello (anestesiólogos), Juan Manuel Dominguez (cardiólogo), Fabian Fiorito (cirujano), y a todo el plantel de enfermeros, personal de quirófano y cuidados críticos.

A cuatro cuadras de allí, en el Sanatorio Parque otro equipo médico trabajaba sobre el paciente con trastorno hepático. Lisandro Bitetti, cirujano a cargo del trasplante, remarcó que se "salvaron dos vidas". Y explicó el hecho inusual de que los receptores de los órganos pertenezcan al mismo centro sanitario", en referencia a las instituciones del Grupo Oroño.

"Fue todo un éxito, desde la ablación hasta el trasplante. Esto implica un dificultad logística y organizativa. En general nosotros viajamos para procurar los órganos, pero en este caso no fue necesario porque había un profesional especializado en Tucumán. El mismo martes a las seis de la tarde ya habíamos concretado la operación", indicó.

Remarcó que por los distintos tiempos de isquemia que tienen el corazón e hígado, fue necesario requerir de dos aviones. "Para no perder tiempo ni comprometer los órganos, primero salió el corazón y luego el hígado", destacó Bitetti sobre la coordinación del operativo.

El profesional describió que su paciente estaba en la casa cuando le dieron la buena noticia: "Lo llamamos, entró a la guardia para la evaluación, lo preparamos e incluso la intervención comenzó antes de que llegara el órgano, lo cual permite ganar tiempo hasta que se procede al implante".

Destacó que la cirugía fue un éxito, ya que el receptor del hígado "evoluciona favorablemente, permanece estable, sin respirador ni complicaciones", a pesar de que en estos casos los pos transplantes resultan críticos.

Bitetti valoró el trabajo de más de 100 profesionales que participan habitualmente en este tipo intervenciones. Y recordó a varios de ellos. Cirugia: David Biagiola; anestesia: Natalia Reyes y German Fontanela; hepatología: Julieta Pecoraro, María Florencia Tubino, Sebatian Ferreti y Hugo Tanno; además de los integrantes de terapia intensiva, quirofano, instrumentación quirúrgica, enfermería y kinesiologia del Sanatorio Parque, aparte de Franco Orlandini y Fernando Scabuso, referentes de la logística.

"Hay que reconocer la coordinación y lo que hace mucha gente que en silencio dedica hora a un mismo objetivo. Y además en este momento hay que destacar que es fundamental el rol de los donantes, porque sin ellos no hay trasplantes", destacó el cirujano sobre la oportunidad de salvar vidas.


Nota por Diario La Capital. Mayo 2020, Rosario, Argentina.

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