El abordaje temprano e interdisciplinario del paciente amputado
*Dra. María Guillermina Dowhuszko. Médica especialista en medicina física y rehabilitación de Grupo Oroño.
El aumento progresivo de la esperanza de vida en la población trae una mayor incidencia de patologías relacionadas a la edad. Entre ellas, la enfermedad vascular periférica y la diabetes mellitus.
La falta de controles médicos rutinarios, que se incrementó durante la actual pandemia, provocó complicaciones propias de estas enfermedades crónicas; una de ellas, la amputación, es decir, la falta total o parcial de un miembro -superior o inferior-. Las causas pueden ser congénitas o adquiridas por diversas patologías, por ejemplo, vasculares, por obstrucción de una arteria en pacientes fumadores, diabetes, infecciosas o traumáticas.
En este contexto, la prótesis es una extensión artificial que reemplaza una parte del cuerpo que falta y su principal objetivo es sustituir esa parte además de utilizarse con fines estéticos. Una vez que el paciente tiene definida la amputación o ya fue amputado, debemos realizar un abordaje terapéutico de manera interdisciplinaria, que incluyen a una gran cantidad de profesionales de la salud.
Los objetivos del abordaje integral de de Grupo Oroño (GO), conformada por profesionales especializados de Sanatorio Parque, Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR) e INECO, son brindar una atención interdisciplinaria a todos los pacientes amputados o con indicación de amputación que ingresen a la unidad; evaluarlos clínica y funcionalmente, además de mejorar su capacidad funcional para lograr su reinserción social.
Las especialidades que intervienen en un equipo de trabajo son cirugía vascular, traumatología, cardiología, medicina física y rehabilitación, kinesiología, terapia ocupacional y psicología. La rehabilitación El objetivo principal del equipo de rehabilitación es conseguir la mayor autonomía, independencia, libertad y funcionalidad posible del paciente.
La rehabilitación
La rehabilitación debe considerar el uso, utilización y control de la prótesis para conseguir el máximo de independencia en las actividades de la vida diaria, profesional y recreativa. El tratamiento no deberá limitarse sólo a la adaptación protésica, sino también al proceso inicial de recuperación y a la atención integral desde el inicio de la fase hospitalaria:
Fase prequirúrgica o preoperatoria: acompañamiento y preparación del paciente para la amputación.
Fase quirúrgica: cuidados de la cicatriz, manejo del dolor.
Fase preprotésico: plantea conseguir independencia funcional respecto al autocuidado y la movilidad sin una prótesis, así como preparar al paciente y a su miembro residual (muñón) para el uso de una prótesis. No todos los pacientes logran un equipamiento protésico para la marcha por lo que se entrena con independencia máxima en silla de ruedas.
Fase protésica: Se determina cual es el elemento protésico que se adecúa más a las necesidades fisiológicas y de la vida diaria (trabajo, deporte) del paciente. La rehabilitación del paciente amputado es un proceso en el cual se incluye el manejo físico, psicológico y ocupacional de la persona, y no solo la simple restitución del miembro amputado.
El abordaje global se debe considerar como un procedimiento dinámico continuo, que comienza en el momento de la lesión y continúa hasta que el paciente haya alcanzado la máxima utilidad de su prótesis y/o sea capaz de realizar las actividades esenciales de la vida diaria.