Las malas notas de la Hipertensión Arterial en Argentina
Solo el 14% de los pacientes tiene un adecuado control con el tratamiento que recibe. El rol del propio paciente, el médico y el sistema de salud para revertir estas cifras.
Las cifras de la hipertensión arterial en la argentina son alarmantes. Según la última encuesta nacional de factores de riesgo, que se realizó en el año 2018 (sin pandemia de por medio), el 46.6% de los argentinos padecían hipertensión arterial. Este dato se agrega a los estudios epidemiológicos como el PURE, que en 2019 registró un 49.5% de pacientes hipertensos en Argentina. Significa que 16.000.000 de argentinos sufren de una patología que es la principal causa de muerte prematura y discapacidad en el mundo. Esto se ve agravado por el bajo nivel de diagnóstico y tratamiento.
Los estudios citados reflejan que solo 2 de cada 10 pacientes hipertensos presentan un adecuado control de su presión arterial, debido a que:
-
El 47% de los pacientes hipertensos no saben de esta condición, porque todavía no fueron diagnosticados.
-
El 32% tiene tratamiento, pero no es suficiente para lograr el adecuado control de la presión arterial.
-
Un 7% tiene diagnóstico de hipertensión arterial pero no tratamiento.
Solo el 14% tiene un adecuado control de la presión arterial con el tratamiento que recibe.
Esto puesto en números absolutos genera cifras asombrosas incluso en nuestro país donde la densidad poblacional no es tan alta.
¿Cómo podemos mejorar estas malas notas?
El adecuado control de la presión arterial a nivel poblacional depende fundamentalmente de tres actores principales:
El paciente: que debe comprender los riesgos que implica esta enfermedad no controlada y los beneficios de lograr un adecuado control de la presión arterial. Para eso debe acceder y cumplir con los tratamientos indicados cumpliendo un rol activo en el tratamiento, ya que muchas veces requiere la modificación de su estilo de vida y costumbres.
El médico: que debe indicar drogas en dosis adecuadas o combinaciones con probada sinergia y dedicarle el tiempo necesario a explicar y promover los tratamientos no farmacológicos como dieta y ejercicio. Debe a su vez estar permanentemente actualizado y tener un cabal conocimiento de las guías de diagnóstico y tratamiento. Las habilidades en la comunicación con los pacientes representan un aspecto fundamental en el éxito del tratamiento.
El sistema de salud: que debe garantizar el acceso a la atención médica y a los medicamentos, facilitando el uso de medicamentos en combinaciones fijas que aumenten la adherencia del paciente y reduzcan costos al sistema de salud. Las sociedades científicas deben realizar guías de tratamiento basadas en la mejor evidencia y simples en su aplicación.
Dr. Diego Mendo - Unidad de Hipertensión Arterial ICR