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Neurología: ¿Se puede prevenir la enfermedad de Alzheimer?
23 sep, 2021

Neurología: ¿Se puede prevenir la enfermedad de Alzheimer?

Los estudios indican que es posible reducir el riesgo de declinación cognitiva adoptando cambios en el estilo de vida

Muchos investigadores alrededor del mundo estudian cómo prevenir la enfermedad de Alzheimer. Dado que la prevención su prevención no tiene una respuesta definida en este momento, podemos aconsejar qué acciones tomar para reducir el riesgo de desarrollarlo.

Hay un vasto acuerdo que, en la mayoría de los casos, similar a otras enfermedades crónicas comunes, probablemente el Alzheimer se desarrolla como resultado de interacciones entre distintos factores, incluyendo edad, genética, ambiente, estilo de vida y condiciones médicas coexistentes. Aunque algunos factores de riesgo como edad y genes, no pueden ser modificados; otros pueden ser cambiados para ayudar a reducir el riesgo.

Un pequeño porcentaje de la población con Alzheimer (menor al 1%) tiene un tipo clínico de inicio temprano que está asociado con mutaciones genéticas. Los individuos que tienen estas mutaciones genéticas tienen garantizado desarrollar la enfermedad.

El resto corresponde a las formas clínicas más comunes que no tienen una causa genética identificada. Hay fuerte evidencia que los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir este riesgo.

Analicemos esos puntos:

  • CONEXIÓN CORAZON – CEREBRO

Varias condiciones conocidas de riesgo de enfermedad vascular, como hipertensión arterial, diabetes, dislipidemia, sedentarismo; también incrementan el riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer.

La relación exacta entre estos factores y la enfermedad no se conoce en detalle. Una posible explicación sería la interacción entre estos factores de riesgo vascular y los elementos anátomo-patológicos típicos de la enfermedad de Alzheimer que son las placas amiloideas y los ovillo neurofibrilares. Es sabido que muchas personas mayores tienen estos elementos y no desarrollan síntomas cognitivos. La ausencia de factores vasculares podría ser la explicación a esta incógnita.

  • DIETA Y EJERCICIO FISICO

El ejercicio físico regular puede ser una estrategia para reducir el riesgo de Alzheimer. Beneficia directamente las células nerviosas por un aumento del flujo sanguíneo y la oxigenación.

Hay evidencia que la dieta sana ayuda a proteger el cerebro. Ello incluye una reducción en el consumo de azúcar y ácidos grasos saturados. La dieta aconsejable incluye la ingesta de frutas, vegetales, cereales, frutos secos, pescado y aceites vegetales.

  • INTERACCION SOCIAL Y ACTIVIDAD INTELECTUAL

Mantener una fuerte interacción social y el cerebro activo ayuda a bajar el riesgo. La posible explicación es que estas actividades estimulan la proliferación dendrítica, lo cual lleva a que las neuronas estén más conectadas unas con otras.

  • TRAUMATISMO DE CRANEO

Aparece una relación entre los múltiples traumatismos de cráneo con pérdida de conocimiento y el desarrollo en el futuro de síntomas cognitivos. Se aconseja utilizar el cinturón de seguridad, usar casco en los deportes, identificación de señales en los sitios donde exista riesgo de caída.

Estudios preliminares, publicados en la Conferencia Internacional de Alzheimer 2021, indican que la inmunización contra influenza y neumonía, o múltiples inmunizaciones ejercerían una protección contra el desarrollo de la enfermedad. Este punto debe aún ser estudiado con mayor profundidad.

En conclusión, una creciente evidencia indica que se puede reducir el riesgo de declinación cognitiva adoptando cambios en el estilo de vida. Cuando se combinan varios de estos hábitos, el beneficio es mayor tanto para el cerebro como para la salud.

Los consejos son:

1- Transpire: Realizar una actividad física aeróbica en forma regular que eleve la frecuencia cardiaca e incremente el flujo cerebral.

2- Estudie: La educación formal a cualquier edad ayuda a reducir el riesgo de declinación cognitiva.

3- No fume: Evidencia muestra que el fumar aumenta el riesgo de declinación cognitiva.

4- Atienda a su corazón: Los factores de riesgo cardiovasculares impactan negativamente en nuestra salud cerebral.

5- Cuidase de los golpes en la cabeza.

6- Coma sano.

7- Duerma bien.

8- Ponga atención a su estado de ánimo: Una historia de depresión, ansiedad o stress tiene una relación con el deterioro cognitivo.

9- Fomente las actividades sociales.

10- Estimule sus destrezas: Optar por las actividades recreativas, manualidades o arte.


Dr. Gerardo Tiezzi - Clínica de Memoria y Conducta. INECO Neurociencias Oroño.

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