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Reumatología: “Me duele todo” “Estoy muy cansada”
03 ago, 2021

Reumatología: “Me duele todo” “Estoy muy cansada”

“¿Qué le pasa?”, pregunta el médico. “Me duele todo” o “estoy todo el día cansada”, responde la paciente. Este corto diálogo inicial de una consulta médica es una orientación casi directa a la fibromialgia o al síndrome de fatiga crónica (también llamada encefalomielitis miálgica). Pero cuidado, la fibromialgia es un gran simulador y puede asociarse o confundirse con otras enfermedades frecuentes como son la enfermedad celíaca, hipotiroidismo o tiroiditis de Hashimoto, artritis reumatoidea, lupus eritematoso sistémico y los síndromes miofasciales.

Si el médico es hábil interrogando al paciente observará que hay cosas en la vida del paciente que no están funcionando bien. Los problemas emocionales se traducen en dolores difusos, erráticos, en cualquier parte del cuerpo, aunque en ciertos lugares en forma más intensa (cuello, espalda, tórax, codos, caderas, entre otros). Otras manifestaciones frecuentes son las alteraciones de la memoria, cambios del carácter e insomnio; este último síntoma debido a la falta de descanso reparador que ocasiona un cansancio crónico que se traduce en el estado de ánimo, con pesimismo y depresión. “Me quedé sin energía”, suele ser una repetida expresión.

El reumatólogo detectará la presencia de los dolores musculares y articulares. Hay momentos donde el o la paciente se siente bien de ánimo y su padecimiento disminuye o desaparece de manera temporaria; cuando está emocionalmente muy afectado, los dolores se multiplican. La fibromialgia es una de las enfermedades más psicosomáticas que tiene el ser humano por lo que el tratamiento no se acepta que lo lleve adelante solo un profesional. Una vez detectados los síntomas, se tratará de manera interdisciplinaria. Además del reumatólogo, la participación del psicólogo y/o psiquiatra es esencial para intentar desatar los nudos gordianos que presentan los pacientes.

La fibromialgia la padece entre el 2 al 6% de la población, sobre todo mujeres jóvenes o de mediana edad. Aunque cuando un hombre la sufre, en general es mucho más severa. No daña las articulaciones o los músculos, pero puede ser extremadamente dolorosa. Quien sea diagnosticado con fibromialgia tiene que aprender a convivir con esta enfermedad, que puede ser crónica, de manera que cuando aparece, puede continuar.

FIBROMIALGIA Y FATIGA CRONICA

Lo desafiante de la fibromialgia para los profesionales es que no hay un diagnóstico definitivo, sino más bien una aproximación. En algunos casos, en vez de fibromialgia, se puede tratar de síndrome de fatiga crónica. Aquí, el paciente no siente tantos dolores sino más bien cansancio. Esta es la gran diferencia entre ambas enfermedades, que también tienen mucho en común.

Ambas no son de gravedad en cuanto a su mortalidad pero sí en cuanto a la calidad de vida. Se recomienda ante todo buscar ayuda de profesionales responsables. De nada sirven los tratamientos si el paciente primero no verbaliza y confía sus problemas. Tiene que animarse a contar su historia, sus traumas, sus padecimientos para hallar la mejor solución.

A todas las personas se les recomienda que se mantengan activas mental y físicamente para llevar una mejor calidad de vida, pero más todavía a los diagnosticados con fibromialgia o síndrome de fatiga crónica. El ejercicio aeróbico, el baile, o la actividad física que el/la paciente prefiera son una parte fundamental del tratamiento.

Así como ambas enfermedades se pueden deteriorar, también se pueden mejorar. Si el tratamiento es adecuado y el compromiso del paciente es fuerte, cuando el médico pregunte: “¿qué le pasa?”, la respuesta ya no será “me duele todo” o “estoy todo el día cansado”.


Dr. Bernardo Pons Estel - Médico Reumatólogo. Coordinador del centro GO Crear

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