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El uso del tapabocas es una de las medidas de seguridad obligatorias para la presencialidad en Argentina y en otros países. Actualmente llevamos más de un año de su uso diario. Si bien en ambientes relajados como en casa no lo usamos, durante las 8 horas laborales hablamos a través de él.

Los barbijos actúan como un filtro acústico, atenuando el habla del usuario. La atenuación de la voz es de 3 a 4 dB para un tapabocas simple y cercana a 12 dB para las máscaras N95. Las frecuencias agudas son las más afectadas. Además, impiden que podamos escuchar la propia voz (retroalimentación auditiva), por lo que aumentamos el volumen, hacemos mayor esfuerzo en las cuerdas vocales, lo que lleva a disconfort, tensión, molestias, y disfonías.

¿Qué puede ayudar?

• Hablar de manera pausada, en forma clara y tomarse el tiempo para respirar entre las frases. Intentar exagerar la articulación.

• No cambiar el tono natural de la voz, ni a graves ni a agudos incómodos.

• No gritar ni forzar la voz. No elevar la intensidad (volumen) de la voz ni hacer esfuerzo. Evitar tensar el cuello y la garganta al expresarse. Suelo recomendar a mis pacientes yoga para mejorar la relajación y disminuir el estrés.

• Respirar correctamente. Una respiración adecuada es fundamental para cuidar la voz. Respirar por la nariz, no por la boca.

• Usar más lenguaje gestual y expresión con las manos. La mirada y las expresiones no verbales mejoran la comunicación.

• Reducir el ruido ambiente.

• Dar consignas cortas y de frente a quien nos escucha.Las frases simples y cortas, incluso con el apoyo de imágenes, y manteniéndote de frente logrará que la otra persona te comprenda mejor.

• Tener buena hidratación y descanso. Beber agua, antes, durante y después del uso de la voz. Evitar bebidas que generan deshidratación o irritación (café, alcohol o mate). Intercalar períodos de descanso vocal durante la jornada laboral. Dormir al menos 8 hs diarias.

• Mantener una postura adecuada para el teletrabajo. Mantener una posición erguida, sin adelantar la cabeza, ni elevar hombros, con las articulaciones en ángulos de 90 grados. Si se usan auriculares, utilizar uno solo para monitorear la intensidad y tono de tu voz.

En caso de que la profesión implique uso intensivo de la voz no olvidar realizar los ejercicios de relajación, elongación, respiración y calentamiento de tus cuerdas vocales.

Hay tres síntomas para monitorear el disconfort del tracto vocal: irritación, sequedad, dolor.

Es importante concurrir al otorrinolaringólogo en caso de:

• Fatiga de la voz, que aumenta con el uso y mejora en los períodos de descanso
• Carraspera
• Tos seca
• Tensión de los músculos del cuello, hombros y espalda
• Sensación de cuerpo extraño, irritación o ardor en la garganta
• Garganta reseca
• Sensación de opresión
• No poder terminar una frase por falta de aire
• Dificultad para hablar
• Aparición y desaparición de la voz durante el día
• Sonidos vocales faltantes o inaudibles

Dra. Daniela Príncipi - Cirujana Otorrinolaringóloga. Grupo Oroño