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Trasplante cardíaco en época de pandemia
15 oct, 2020

Trasplante cardíaco en época de pandemia

El primer trasplante cardíaco en el mundo fue realizado en el año 1967, pero recién durante la década del 80 este procedimiento adquirió vital importancia para salvar muchas vidas, gracias al advenimiento de drogas específicas para evitar el rechazo (inmunosupresores). Actualmente se realizan más de 5.000 trasplantes cardíacos por año en el mundo, siendo esa cifra en Argentina de casi 200 trasplantes anuales.

Dentro de las causas que llevan a la necesidad de realizar un trasplante cardíaco, encontramos a la insuficiencia cardíaca como la principal. Esta entidad es una enfermedad crónica, en cuya prevalencia se encuentra alrededor del 2% de la población mundial. Dicha enfermedad se caracteriza por la imposibilidad del corazón de suministrar adecuadamente el oxígeno a los órganos.

Los síntomas que la caracterizan son la falta de aire para realizar alguna actividad o para dormir, edemas en miembros inferiores, fatiga. Las principales causas de la misma son la enfermedad coronaria o las miocardiopatías.

Los avances en la medicina han generado un aumento en la expectativa de vida y gracias al desarrollo de tratamientos más específicos para la insuficiencia cardíaca, un porcentaje de pacientes cada vez mayor alcanza un estadio avanzado de dicha enfermedad; situación caracterizada por una marcada limitación en la calidad de vida, con la imposibilidad de realizar casi cualquier actividad cotidiana sin sentir falta de aire, asociado en muchos casos a múltiples internaciones o consultas por descompensaciones de la enfermedad.

En este complejo escenario, donde el manejo se torna dificultoso, las opciones terapéuticas se van agotando y el pronóstico a corto plazo es muy malo, surge el trasplante cardíaco como una alternativa. El trasplante cardíaco ha cambiado la historia natural de estos pacientes, mejorando notablemente su sobrevida, pero también la calidad de vida. El 90% de los pacientes trasplantados cardíacos en el mundo puede volver a llevar una vida normal.

UN PROCEDIMIENTO DE MAXIMA COMPLEJIDAD

El procedimiento de trasplante es sumamente complejo, implicando el trabajo conjunto de todo el equipo de salud, con una coordinación importante de todos los miembros involucrados. Desde el momento que fallece el donante, el equipo del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), encargado de la procuración de órganos, organiza un operativo contrarreloj, coordinando a equipos de trasplante de todo el país, según el órgano y lugar en lista de espera, para poder realizar el operativo. Un proceso de trasplante cardíaco, desde la muerte del donante, hasta la finalización del implante del órgano en el receptor, suele durar cerca de 24 hs.

Una limitación importante en esto, es la escasez en el número de donantes. Gracias a las políticas sanitarias implementadas, las campañas de donación, el mayor compromiso de la población y la destacada gestión de organismos como el INCUCAI a nivel nacional y el Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (CUDAIO) en nuestra provincia; la procuración ha aumentado en los últimos años haciendo posible que un mayor número de pacientes en lista de espera accedan a un trasplante cardíaco. Particularmente en nuestra región esto implicó un significativo aumento en el número de santafesinos que han accedido a un trasplante cardíaco sin la necesidad de trasladarse a otra provincia.

Otra limitación importante en el proceso, es la insuficiencia cardíaca que ha avanzado tanto, y se considera terminal con afectación severa en el funcionamiento de otros órganos, que imposibilita la realización del trasplante. Es entonces cuando la adecuada y oportuna derivación al equipo de trasplante para una pronta evaluación y eventual inclusión en lista de espera, se torna un punto clave en el proceso.

En lo que va del año y a pesar de la pandemia de COVID-19, en el Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR) se han realizado 4 trasplantes cardíacos, siendo uno de los mismos derivados de un hospital público. Esto ha sido fruto de un arduo trabajo y planificación teniendo en cuenta las restricciones y cuidados que implica la actual situación epidemiológica, distinguiendo la calidad en la atención tanto del sistema público como el privado de los pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada, que ha ido creciendo y desarrollándose de la mano del conocimiento de la enfermedad.

Es fundamental resaltar el trabajo interdisciplinario, indispensable en el cuidado de estos pacientes tan complejos en las sucesivas etapas del proceso, desde su selección, el periodo en lista de espera, la cirugía, el postoperatorio, hasta la recuperación y el seguimiento posterior. Esto demanda un gran esfuerzo tanto del personal sanitario y del paciente como de la familia que es el sostén fundamental durante todo este recorrido.


Luis Héctor Diodato, Jefe del Equipo de Trasplante del ICR.

Juan Pablo Escalante y Juan Manuel Domínguez, Coordinadores Clínicos del equipo de Trasplante del ICR.

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